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Los negocios de Suscripción: "yo no me apunté a eso"

Por: María Olvido Carretero, Abogada.


El contrato de suscripción a un servicio regula la utilización de ese servicio ofertado durante un periodo de tiempo concreto a cambio de un precio. Hoy día, lo habitual es que elijas algún servicio de los que vemos publicitados en internet y que comienzas registrándote a cambio de algún regalo o por un periodo de prueba gratuito. Ponemos ejemplos como Amazon Prime, Genius Box, Flores para Todos, Tugestoriaonline, Hootsuite, etc. por citar algunas de las empresas que ofrecen este tipo de contratos.


Es un sistema que lleva mucho tiempo funcionando. Solo tienes que pensar en cosas como un abono de transporte o la cuota mensual del gimnasio, academias de idiomas on line. En el sector del automóvil existen contratos de mantenimiento para los vehículos por periodos de tiempo anual, semestral o mensual, para darte cuenta de que esos modelos están por todos lados.


Con un sistema de suscripción, el propio modelo está diseñado para que el cliente tenga una experiencia de consumo prolongada en el tiempo. Está claro que, si el producto o servicio deja de interesarle, el consumidor puede darse de baja por distintos medios.


Al aceptar este contrato, bien sea al hacer clic en una casilla que indicas su aceptación o aceptando un formulario de pedido que haga referencia a este contrato, tu aceptas los términos de este contrato. De esto no somos conscientes en la mayoría de los casos. De ahí la vital importancia de leer el contenido de la oferta y las condiciones antes de hacer click. Las renovaciones son automáticas sin previo aviso por la empresa y nos girarán el cargo correspondiente a nuestra tarjeta de crédito o débito. Serás tú quien elijas darte de baja con el preaviso necesario comunicando que no quieres seguir con la suscripción. De lo contrario te cargarán la cuota y muchas veces nos sorprende ver un cargo en el banco que no recordamos.


Otra opción que inicialmente nos otorga la ley es el desistimiento o la facultad de un consumidor de un bien o servicio para devolverlo al comercio dentro de un plazo legal, sin tener que alegar ni dar ninguna explicación al respecto ni sufrir una penalización.

La Ley de defensa de los consumidores define en su artículo 68 y siguientes el derecho de desistimiento:

El derecho de desistimiento de un contrato es la facultad del consumidor y usuario de dejar sin efecto el contrato celebrado, notificándoselo así a la otra parte contratante en el plazo establecido para el ejercicio de ese derecho, sin necesidad de justificar su decisión y sin penalización de ninguna clase.

Serán nulas de pleno de derecho las cláusulas que impongan al consumidor y usuario una penalización por el ejercicio de su derecho de desistimiento.

El consumidor tendrá derecho a desistir del contrato en los supuestos previstos legal o reglamentariamente y cuando así se le reconozca en la oferta, promoción publicidad o en el propio contrato.

El ejercicio del derecho de desistimiento no estará sujeto a formalidad alguna, bastando que se acredite en cualquier forma admitida en derecho. En todo caso se considerará válidamente ejercitado mediante el envío del documento de desistimiento o mediante la devolución de los productos recibidos.

El consumidor y usuario dispondrá de un plazo mínimo de catorce días naturales para ejercer el derecho de desistimiento desde la recepción del bien objeto del contrato o desde la celebración de éste si el objeto del contrato fuera la prestación de servicios.

Si el empresario no hubiera cumplido con el deber de información y documentación sobre el derecho de desistimiento, el plazo para su ejercicio finalizará doce meses después de la fecha de expiración del periodo de desistimiento inicial, a contar desde que se entregó el bien contratado o se hubiera celebrado el contrato, si el objeto de éste fuera la prestación de servicios.

Cuando el consumidor y usuario haya ejercido el derecho de desistimiento, el empresario estará obligado a devolver las sumas abonadas por el consumidor y usuario sin retención de gastos. La devolución de estas sumas deberá efectuarse sin demoras indebidas y, en cualquier caso, antes de que hayan transcurrido 14 días naturales desde la fecha en que haya sido informado de la decisión de desistimiento del contrato por el consumidor y usuario.

Veamos con un ejemplo el servicio de suscripción de Amazon Prime todo lo que incluye por 36 € anuales.

¿Como es posible que esté dado de alta en un servicio que yo no he contratado? Cuando hiciste click en un pedido te diste de alta y tu tarjeta de crédito quedó registrada para el pago de la suscripción.


¿Cómo puedo cancelar mi suscripción a Amazon Prime?

Puedes cancelar tu suscripción a Amazon Prime en la sección Prime en Mi cuenta, siguiendo las instrucciones.

https://www.amazon.es/gp/help/customer/display.html?nodeId=201910380


Este mismo ejemplo de alta o cancelación de suscripción lo podemos encontrar en todas las páginas web que ofrecen productos o servicios de estas características. Solo tenemos que recordar leer las condiciones antes de aceptar con un click para saber cómo tenemos que defender nuestros intereses.


Normativa que regula nuestro derecho como consumidor frente a las suscripciones:


Ley 3/2014, de 27 de marzo, por la que se modifica el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre.

Directiva 2011/83/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre los derechos de los consumidores, por la que se modifican la Directiva 93/13/CEE del Consejo y la Directiva 1999/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo y se derogan la Directiva 85/577/CEE del Consejo y la Directiva 97/7/CE del Parlamento Europeo y del Consejo.


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